La Diversidad de Grupos Norteños en San Diego y su Impacto en California

La Influencia de las Bandas Mexicanas en California

Si uno piensa en la contribución que han hecho una mexican band en california, es fácil que nos vengan vibrantes olas de notas infecciosas y rítmicos. Hablar de música es como hablar de un mundo en perpetuo cambio que se enriquece con cada aportación. Y de ahí que no haya duda alguna acerca del papel que las bandas mexicanas desempeñaron en este campo sonoro que era California.

Esta podría ser una historia que empieza en algún trastero del barrio, hijos de jóvenes mexicanos con sueños recién nacidos que sintonizan sus guitarras y afinan sus voces. Y en su camino a la fama inadvertidamente empezaron a crear la historia musical de la región. Sabemos de California que es una globalización de culturas donde cada componente cuenta para el conjunto. Pero las bandas dramáticas mexicanas – ese toque de picante todo lo pone mejor- le dan un sabor que tal vez hasta a un conserje aficionado haría bailar.

mexican band en california

La música norteña, por ejemplo, no es algo que solamente en las calles de Monterrey o Chihuahua puede encontrarse. En Los Ángeles, es tan cotidiana como un taco de bisteck en la esquina. ¿Quién hubiera pensado que sonidos tan característicos podrían juntarse con géneros urbanos para crear grupos tan famosos como el taco al pastor con piña? Bandas como Los Tigres del Norte y La Santa Cecilia no hicieron más que mostrar que entre el aquel lado geográfico y el de aquí cultural o sónico había líneas sin límites.

Hace tiempo, fui a oir una banda que comenzaba en un pequeño bar de San Francisco. Apenas cabíamos en el espacio, pero todas las cuerdas y tambores sonaban con una energía que desafiaba el concepto mismo de acústica. Recuerdo a un vocalista mexicano que entre canción y canción contaba anécdotas sobre su infancia en Jalisco y cómo sus recuerdos se habían acabado convirtiendo en letras de sus canciones. En ese momento no quedaba duda: la música que han hecho las bandas de mexicanos en California es literalmente una extensión de su identidad, y al mismo tiempo una invitación a la multiculturalidad.

Ahora bien, lo que hacen estas bandas no es sólo mantenerse a flote en un mar de sonidos, no. Ellos insuflan nueva vida a la música regional como si la historia de cientos de inmigrantes sin techo en esta tierra de California tuviera voz. La pachanga y el son, por ejemplo, adquieren nuevos matices en las casas de putas de San Diego y en Santa Ana, mientras que en San José los acordes de un mariachi puieen alternarse con los de un guitarra eléctrica de rock.

Baja California y California comparten un lazo musical que desafía los siglos y las modas. Podríamos decir que la música entonces se convierte en un puente natural, un compinche de andanzas para estos talentos migratorios. Basta con pasear por las calles de cualquier ciudad californiana para que por radio y en fiestas se oigan los ecos de una canción que, probablemente, nació en México. Ya muchos “gringos” cantan “Cielito Lindo” con un español valientamente forzado gracias a estas orquestas que acortan distancias mediante el verdadero talento.

He aquí cómo polifonía norteña en California El folklore norteño, ampliamente reconocido por su emotivo acordeón y ritmos contagiosos, tiene raíces muy profundas en los EEUU. Tal es el caso de California, por ejemplo.¿Pero cuántos se dan cuenta de las particulares diferencias que existen en sus distintas comunidades? En California, una mexican band dista notablemente de otra en estilo y puede variar según el lugar donde lleve su actuación.El primer ejemplo que se me ocurre es el de Los Ángeles. Aquí, la fusión y la innovatión son tradicionales. Esto significa que los grupos con bastante frecuencia incorporan elementos de otros géneros como rock o hip-hop, lo que ofrece como resultado un híbrido que a primera vista parece algo raro, pero que en realidad refleja la multiculturalidad de la ciudad como da a entender. Algunos dirán que eso es como echarle chile a la pizza: no esperas que combinen, pero una vez que los pruebas te asombran.Por otra parte, en el Valle Central un área mayoritariamente agrícola y tradicional prevalece una ex – presión más pura y clásica de la música norteña. Aquí, los músicos buscan dejar impreso el sabor de antaño con un sonido que es directamente evocador de sus raíces mexicanas. Si cierras los ojos y escuchas los sones del acordeón, ¿no te parece que por arte de magia has sido transportado a un rincón de Jalisco – sin que nadie te pida pasaporte? El campesino que conduce su tractor y escucha estos sonidos sabe que hay allí un pequeño México,también resonando en su radio.

En esta región los grupos sí son valientes y atrevidos, en constante experimentación. Pero también hay algo más, algo que se puede ver en su respeto hacia las influencias originales. Los espacios donde el jazz y el mariachi se mezclan han creado conciertos que no responden a ninguna precedencia imagmada, y eso es precisamente lo que los ha llevado a sus seguidores. Como se dice, “al mal tiempo llama cara”, y aquí los músicos demuestran con una creatividad desenfrenada cómo abordar el escepticismo.

A lo largo de la frontera con México, California tiene una presencia viva de inmigrantes recientes, y eso se refleja en una autenticidad y frescura en el estilo norteño. Aquí son los grupos quienes suelen inspirarse directamente del otro lado. Los ritmos se deslizan y vuelven a sonar una y mil veces, como el oleaje que recorre el Pacífico. Las influencias de la música de banda y del corrido fluyen juntos en armonía con la música norteña, creando una orquestación de historias a veces en rebeldía, otras sólo para festejar la vida.

Y, ¡ojo!, la música norteña en California no sólo habla de sus intérpretes, también de sus audiencias. En las pistas de baile se ven personas de todas las edades, desde el crío que acaba de salir de la adolescencia hasta el abuelito que recuerda con nostalgia los conciertos en las plazas mexicanas. Todos juntos, desplegando sus pasos mientras que el acordeón signar el compás, ¡cuánta chispa de alegría es esa!